Foto: Rafa Rosales. Siglo XXI |
Los cuerpos de las víctimas, todos hombres, eran velados en el parque San Miguel, de la cabecera departamental de Totonicapán, en una mañana fría, típica del altiplano guatemalteco.
Varios sacerdotes de la iglesia católica oficiaron una misa la mañana del viernes y oraron por las víctimas, que perecieron durante una protesta. Según la mayoría de los vecinos de Totonicapán, los indígenas murieron por balas del Ejército, que fue desplazado al lugar para disolver las manifestaciones.
Siglo XXI