Una vez más, Guatemala nos tiñe de vergüenza. Ahora fue el desarrollo del juicio contra Ríos Montt y el Jefe de Inteligencia Militar de su gobierno. Dos claras cabezas que dirigieron las prácticas de genocidio acometidas por el Ejército durante el conflicto armado, quienes enfrentaban la justicia, acusados de serios cargos de los que, a todas luces, resultaban culpables.
Pero una Juez, sencilla y simplemente, decidió dejarlo en suspenso. Así como suena. No le importó el rango internacional que tomaba la medida; no le importó el impacto que el juicio causaba en los medios nacionales; no le importó nada, en absoluto. Ella decidió que estaba en su poder suspenderlo, y retroceder el proceso dos años atrás, con una burda maniobra a través de la cual se extralimita en sus funciones e intenta beneficiar a los acusados.
Frente Nacional de Lucha