12 d’abril del 2010

Crisis en El Estor, Izabal

Cuatro niños mueren de hambre en El Estor
La irresponsabilidad del Gobierno provoca este nuevo luto


Desde Septiembre del año pasado el Frente Nacional de Lucha, de manera formal, por múltiples vías y en decenas de ocasiones, ha venido insistiendo ante la Instancia de Consulta y Participación Social, INCOPAS, ante la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional, SESAN y ante el Ministerio de Salud, respecto a la crítica situación que, en materia alimentaria y de salud, padecen los vecinos de la Comunidad Nuevo Amanecer, en el Municipio de El Estor, Departamento de Izabal, justo en el corazón de lo que hoy las autoridades han dado a llamar el “Corredor Seco”.

Se ha dado la alerta, se han formulado propuestas para atender la emergencia, se han presentado solicitudes escritas, se han entregado listados de cada una de las familias residentes en la Comunidad, se han atendido docenas de reuniones específicas para tratar el tema con estas instituciones, pero todos los esfuerzos emprendidos han sido en vano. Un muro de burocracia, de apatía y de cálculos politiqueros e inhumanos se ha levantado, imbatible, ante todos y cada uno de los esfuerzos realizados.

Desde Septiembre, es decir, hace ya casi ocho meses, el delegado del movimiento sindical ante la INCOPAS, compañero Luis Ovidio Ortiz, ha insistido, tercamente, en que las instituciones del Estado deben intervenir allí con carácter de urgencia. En respuesta, los funcionarios públicos de las instituciones mencionadas lo han tenido del tingo al tango, refiriéndolo de una oficina a otra, y cada una lavándose tranquilamente las manos, en el más puro estilo de Poncio Pilatos. Al final, todo lo actuado ha caído en oídos sordos.

Hoy, esa descomunal irresponsabilidad de las instituciones del Estado ha costado ya la vida de cuatro menores de la Comunidad Nuevo Amanecer: Sonia Flor Ical Choc, de 3 años; Norma Asucena Tut Chiquín, de 1 año; Rosario Tut Ical, de 9 años, fallecieron a principios de Abril, y se suma un cuarto niño, cuyo nombre no tenemos, que murió el pasado 8 de Abril.

La muerte de estos niños ha sido largamente anunciadas y pudo perfectamente prevenirse.

Es probable que la causa oficial de la muerte sea alguna enfermedad curable. Pero el verdadero responsable es el Gobierno y las instituciones que se negaron a atender la situación de crisis que pesa sobre los hombros de los vecinos de El Estor y de otras comunidades a lo largo y ancho del país.

El dirigente comunal de Nuevo Amanecer, al informarnos sobre los tristes hechos ocurridos, indicó que los menores presentaron un cuadro de fiebre, diarrea y vómitos antes de fallecer. Esos síntomas pueden corresponder a una amplia gama de enfermedades, la mayoría fácilmente tratables.

Sin embargo, dados los antecedentes, se puede afirmar, sin temor a equivocarse, que estas muertes encuentran, como causas generadoras principales, las siguientes:

Inseguridad alimentaria y la consecuente desnutrición crónica, de las que se derivan estados de alta vulnerabilidad ante la presencia de cualquier dolencia, sobre todo entre la población infantil.

Inasistencia médica por parte del Ministerio de Salud, institución pública responsable de garantizar el acceso a la salud por parte del pueblo, que no ha hecho ni el menor esfuerzo por intervenir, a pesar de los constantes llamados que se le vienen planteando desde Septiembre del 2009.


Ineficiencia, incapacidad, desinterés y falta absoluta de sentido humano por parte de la INCOPAS y de la SESAN, quienes tuvieron conocimiento del tema desde hace ocho meses y no movieron un dedo para cumplir con las funciones para las que estas instituciones fueron creadas.

Politiquería barata por parte del Gobierno, que se niega a atender cualquier caso sobre el cual la UNE no tenga control político, asumiendo así, como guía para su quehacer, el cálculo electoral más crudo e inhumano.

Presencia en el Gabinete de un Ministro de Salud incapaz no sólo de cara al ejercicio de su cargo sino, además, insensible ante las necesidades y demandas que emanan desde el seno del pueblo en función de sus necesidades apremiantes.

La muerte de estos cuatro menores, entonces, no es causada por la gripe, el dengue ni el rotavirus. Es, sobre todo, una flagrante y criminal violación al derecho humano a la salud, así como al derecho, también humano, a la seguridad alimentaria. Los responsables de estas muertes son aquellos que, pudiendo haber intervenido a tiempo, más bien optaron por violar esos derechos.

Ayer mismo el Presidente Colom y su esposa estuvieron presentes en un “Gobernando con la Gente” en Izabal, pero no dijeron ni media palabra sobre lo que está aconteciendo en El Estor, a pesar de que conocían de sobra lo acontecido. Este silencio los vuelve cómplices, porque, como con sabiduría lo afirma el refranero popular, “quien calla, otorga”.

Las organizaciones populares y el pueblo, en su conjunto, no podemos ni debemos permanecer indiferentes ante semejante irresponsabilidad criminal.

Bien sabido es que vienen ya los tiempos más difíciles: Abril, Mayo y Junio, en los que ya a las familias se les han agotado sus reservas de alimentos, en los que el agua escasea de manera dramática, en los que la hambruna se vuelve compañera cotidiana de las comunidades enteras. Tanto así que, en el hoy llamado “Corredor Seco”, a este período la gente le dice “los meses de la muerte”, y suelen afirmar que, si alguien, sobre todo los niños, logran sobrevivir a estos meses, pues ya se ganó un año más de vida, hasta que llegue el próximo período similar.

El Gobierno ha recibido millones de dólares de cooperación internacional destinados a la atención de la hambruna. Por lo pronto, se han invertido en programas clientelistas, concebidos de cara a la captura de votantes para la próxima contienda electoral.

Ya es hora de que se administren para cumplir con los fines para los cuales fueron presupuestados: Responder a las necesidades alimentarias del pueblo.

Instamos a las agencias y organismos de cooperación internacional a que ejerzan fiscalización efectiva para que los fondos que donan no se desvíen de los destinos para los cuales fueron donados porque, si ello ocurriera, (como de hecho ocurre), estarían, entonces, más bien contribuyendo a profundizar la corrupción y la venalidad imperantes.

Desde el FNL señalamos a las autoridades de Gobierno como responsables de estas muertes, debido a su incompetencia manifiesta.

Exigimos de la INCOPAS y de la SESAN un funcionamiento adecuado, oportuno, eficiente, acorde al mandato para cuyo cumplimiento existen.

Reclamamos la apertura de espacios reales para el ejercicio de la incidencia política y de la auditoría social desde el seno de las legítimas organizaciones populares.

Demandamos del Presidente de la República la remoción del Ministro de Salud, por haber demostrado su absoluta incapacidad para honrar la cartera que equivocadamente fue puesta a su cargo.

La muerte de estos niños no puede ser en vano.

¡La Lucha Sigue!
Frente Nacional de Lucha